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    La Unidad de Mama del Hospital Universitario de Torrejón celebra el Día Mundial de Cáncer de Mama más cerca de sus pacientes que nunca

    • La Unidad, formada por profesionales de diferentes disciplinas, ofrece una atención integral desde la medicina personalizada a las mujeres diagnosticadas con patología mamaria.
    • Durante la pandemia, este servicio ha adecuado su actividad asistencial para continuar ofreciendo la mejor atención sanitaria a sus pacientes.
    • El hospital es uno de los pocos centros de la Comunidad de Madrid que cuenta con un mamógrafo 3D con contraste, que permite la detección de tumores ocultos en mamas densas o previamente tratados.

    La Unidad de Mama del Hospital Universitario de Torrejón es uno de los servicios punteros del centro. Un equipo profesional multidisciplinar, formado por especialistas de las ramas de Cirugía, Oncología, Ginecología, Oncología radioterápica, Radiodiagnóstico, Rehabilitación y Anatomía Patología junto con el área de Enfermería, y un equipamiento técnico de la más avanzada tecnología hacen que esta unidad sea ya una referencia dentro de la Comunidad de Madrid. En el Día Mundial de Cáncer de Mama de este año tan desafiante en el ámbito sanitario, la Unidad se posiciona más cerca que nunca de sus pacientes.

    Hemos hecho un gran esfuerzo por adecuar las instalaciones y los procedimientos a esta nueva situación con el fin de mantener la atención en las consultas, las pruebas radiológicas, la actividad quirúrgica programada tanto en cirugía oncológica como en reconstrucción mamaria, y los tratamientos oncológicos adyuvantes”, asegura el Dr Lorenzo Rabadán, jefe de la Unidad de Mama del Hospital Universitario de Torrejón. “A pesar de ser un esfuerzo en estas circunstancias, es algo que resulta fundamental para mantener las altas tasas de curación de las pacientes con cáncer de mama y la calidad de vida tras los tratamientos”, añade.

    Las adecuaciones principales que se están en marcha desde hace meses en el centro para prevenir la transmisión del virus SARS-CoV-2 se han centrado en utilizar nuevas vías de comunicación con los pacientes o la adecuación de los espacios para mantener la distancia personal. Al mismo tiempo, el centro mantiene un ritmo de pacientes citadas por agenda que no dispara la demora en pruebas diagnósticas. “Hemos hecho un especial hincapié en revisar las solicitudes de pruebas diagnósticas, dando preferencia a aquellas pacientes que bien por edad o por síntomas, presentaban mayor riesgo y, siguiendo con nuestros protocolos, hemos intentado ante todo que las pacientes con alta sospecha de cáncer de mama fuesen diagnosticadas en acto único, reduciendo el número de visitas innecesarias al hospital al mínimo”, afirma el Dr Rabadán.

    Otro ejemplo de este esfuerzo por mantener la calidad asistencial y la atención individualizada es la puesta en marcha de consultas telemáticas, que permiten a los profesionales adecuar la actividad asistencial, manteniendo la atención personalizada, interfiriendo al mínimo con la vida laboral o familiar de los pacientes y disminuyendo las visitas de los pacientes más frágiles al hospital. Todo ello, unido a que las consultas telemáticas han permitido a los profesionales responder las dudas e inquietudes de sus pacientes con un valor añadido de seguridad, especialmente en época de medidas de confinamiento.

    A pesar de ello, no siempre las consultas telemáticas son suficientes. “Con frecuencia recibimos llamadas y mensajes de nuestras pacientes expresando su miedo a acudir al hospital para realizarse pruebas diagnósticas o para intervenirse”, asegura el Dr Rabadán. “Nuestra labor consiste en ayudar a las pacientes a gestionar el estrés que origina acudir a un centro sanitario en época de pandemia resaltando el valor de nuestros programas de prevención y seguimiento del cáncer de mama”.

    Mamógrafo 3D con contraste: localizar tumores ocultos es ya una realidad

    La Unidad de Mama del Hospital Universitaria de Torrejón está incorporada dentro del Área de Salud de la Mama del grupo sanitario Ribera Salud, que gestiona el centro madrileño. Este área, liderada por la Dra Julia Camps, es un proyecto vanguardista, multidisciplinar y tecnológicamente revolucionario, que aúna a los mejores profesionales de Radiología, Oncología, Cirugía general, Medicina nuclear, Cirugía ginecológica, Cirugía plástica y reparadora, Oncología radioterápica, Enfermería y Psicología, junto con la última tecnología en Radiodiagnóstico intervencionista. Su objetivo se sitúa al servicio de la detección y del tratamiento de las patologías de la mama de todos los ciudadanos, pero especialmente del grupo mayoritario de pacientes que sufren un cáncer de mama: las mujeres.

    Una de las aplicaciones de la innovación tecnológica de este área es la disponibilidad de un mamógrafo 3D con contraste en los hospitales de Torrejón y Vinalopó. Este avance, disponible desde octubre de 2019 en el hospital madrileño – uno de los pocos centros sanitarios en la Comunidad de Madrid con esta tecnología –, permite detectar tumores ocultos en mamas densas o mamas difíciles de interpretar por haber sido sometidas a tratamiento, y realizar biopsias por tomosíntesis.

    La sensibilidad de esta técnica se acerca al 100%, y es muy similar a la resonancia magnética”, asegura la Dra Camps, que además es radióloga e investigadora de gran prestigio internacional, expresidenta de la Sociedad Europea de Radiología Mamaria (EUSOBI). “Hasta ahora, a una paciente con antecedentes de cáncer de mama, se le realizaba una mamografía convencional en las revisiones, y en algunos casos, muy pocos, una resonancia”. Con el mamógrafo 3D con contraste que Ribera Salud pone a disposición de sus pacientes en varios de sus hospitales, añade, “damos a las mujeres que han tenido un cáncer de mama las máximas garantías de que no ha aparecido ninguna otra lesión, por pequeña que sea”. En definitiva, “es un cribado muy fiable para las pacientes con más riesgo”.

    Hasta la fecha, se han realizado más de 800 pruebas diagnósticas con los mamógrafos 3D en los hospitales de Ribera Salud, que han permitido detectar lesiones tumorales que no hubieran sido visibles con otro tipo de tecnología.

    La doctora Camps pone en valor, además, la “importancia vital” que el mamógrafo 3D con contraste tiene también para todas aquellas pacientes que, por diferentes circunstancias, no pueden entrar en una resonancia: pacientes con claustrofobia, que no se pueden poner boca abajo, que tienen una demencia, problemas cardíacos y/o respiratorios o que llevan un marcapasos.

    «Gracias al mamógrafo 3D con contraste podemos estratificar mejor a las pacientes y facilitarles una prueba diagnóstica que tiene la misma fiabilidad que una resonancia, y que además es rápida y no encarna tanta dificultad, porque apenas tarda unos segundos”, explica la Dra Camps.

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